Llegue al banco, y no abrían hasta las 10, decidí no perder tiempo por unos simples billetes, que de por si no tengo, salí mejor a buscar actividad productiva, una cantina regional
pedí una cerveza bien fría, y me tome una cachaza que me calentó la cabeza, ya no me pude sentar, ni el ventilador me pudo calmar
salí a la calle y me tope con un vagabundo rascando el pavimento con los dedos, juntando tabaco despreciado por los mas afortunados. me agache para acompañarlo, y me recordó que no puedo tomar, que en vez de quesque compartir trabajo, e intentar quitarle su tabaco, le entregara el refresco
yo le compartí mi cerveza, el me compartió sus piojos, y los piojos sus ideas, y como lázaro, me pare y ande, ande sin parar y sin sentido, y yo ciegos los deje, nadie mi miro, nadie me hablo, ni me direcciono, si acaso me olió
y así, por las calles, como laberinto con mil salidas, hasta que encontré la iglesia de bola de nieve, Jesús! donde estoy, quien soy, cuando tiempo llevo aquí? dios es un surfer y me acaba de despertar en un mar de gente, una ola de cantos me aventó, me despertó
Jesús! Thiago y Bel me esperan, es hora de volver a caminar, entre mangles y brechas vamos a platicar la teoría del pensamiento poderoso, del pensamiento peligroso, con las hermanas de la mente ¡furiosa!
Para Caio, que no cree en los caballos azules y con alas... que me acompaño en la fantasía de dragones inexistentes y hombres marravilla.
Añadir nuevo comentario