Los piojos
Llegue al banco, y no abrían hasta las 10, decidí no perder tiempo por unos simples billetes, que de por si no tengo, salí mejor a buscar actividad productiva, una cantina regional
pedí una cerveza bien fría, y me tome una cachaza que me calentó la cabeza, ya no me pude sentar, ni el ventilador me pudo calmar